"𝗘𝗹 𝗩𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗦𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗣𝘀𝗶𝗰𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗮"

“𝗟𝗮 𝘃𝘂𝗹𝗻𝗲𝗿𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮” En una startup de tecnología, Ana acababa de asumir la dirección de un equipo de ingenieros. A las pocas semanas, se dio cuenta de que nadie hablaba cuando surgían fallas: los errores se ocultaban por miedo a quedar mal. Las reuniones se llenaban de silencios incómodos y las innovaciones se estancaban. Para romper el círculo, Ana instauró un ritual llamado “𝗟𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗩𝗶𝗲𝗿𝗻𝗲𝘀”. Cada semana, el equipo compartía abiertamente un error y la enseñanza que dejaba. La regla era clara: 𝗰𝗲𝗿𝗼 𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮𝘀, 𝗰𝗶𝗲𝗻 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲. Ella misma fue la primera en confesar cómo una mala estimación suya había retrasado al cliente más importante. Al principio hubo titubeos, pero pronto los ingenieros comprendieron que 𝗻𝗼 𝘀𝗲𝗿í𝗮𝗻 𝗷𝘂𝘇𝗴𝗮𝗱𝗼𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗱𝗼𝘀. Una tarde, Marcos admitió que un cambio de código suyo provocaría un bug crítico si no se solucionaba en 48 horas. Gracias a la a...